El 2020 ha sido inédito en muchos sentidos. Un año complejo, caótico, fragmentado en el que a todos nos tocó buscar nuevas maneras de entender la vida y nuestros oficios.
El cine, la industria audiovisual no ha sido la excepción, todos esos procesos que ya creíamos tener controlados han tenido que ser reinventados a toda velocidad y con el tren en movimiento.
En medio de la pandemia un grupo de productores y directores colombianos decidió que el camino era virtual, que no podían quedarse sentados esperando lo que vendría y salieron “al aire” con sus películas en plataformas virtuales.
Las 5 películas colombianas que se exhiben en esta edición del festival hicieron esa apuesta, una apuesta con muchos aprendizajes y pautas que muy seguramente tendremos que seguir revisando en nuestro futuro cercano…
Lázaro intenta reparar un vínculo roto, unir a una familia en el momento de la separación definitiva.
El Llano se ofrece como un paraíso; una experiencia delirante donde la naturaleza descubre su enigmática belleza en coplas. Aquí, música, paisaje, jinetes y caballos protagonizan una cultura vibrante y recia, llevada a los escenarios del mundo en los versos y la voz de Orlando “El Cholo” Valderrama, pero desconocida en su grandeza por los habitantes de la ciudad.
La historia de resistencia de seres humanos inquebrantables como las montañas combativas y poderosas. Sumercé es mantenerse en pie ante los poderosos dispuestos a fracturar el futuro del pueblo.
Es la historia de aquellos que protegen nuestras raíces y cuidan nuestro futuro, incluso en momentos de crisis, incluso en momentos tan adversos como los que enfrenta hoy el mundo por una pandemia.
A partir de allí, su cómplice, el empleado de veterinaria Santos Carrasco, realiza un viaje por el pasado del maestro, para descubrir que su locura es sólo una forma de huir del dolor y refugiarse definitivamente en la fantasía.
FAIT VIVIR relata, a través de Manuk, un niño de cinco años, la leyenda de esta agrupación fuera de lo común.
Su mirada imaginativa y poética entrelaza el registro andariego de estos artistas por distintos pueblos y ciudades colombianas con la “puesta en escena” de su show.
Así mismo, la fantasía de nuestro narrador nos permite conocer de cerca la cotidianidad de sus creadores y el sueño profundo que alimenta este proyecto que invita a la libertad y el movimiento.